Poco tiempo necesité, estando en en Armenia,
para descubrir que las mujeres armenias no son coquetas,
son SUPER coquetas!!
Los zapatos coordinan perfectamente con el vestuario
nada de negro que va con todo,
lo mismo la cartera,
y como era lógico:
las uñas, tanto de las manos, como de los pies,
cumplían a la perfección con la consigna.
Como para responder a esa demanda
los cosméticos, y especialmente los esmaltes de uñas
se podían encontrar en una variedad de colores
por demás interesante.
Y en una variedad de precios
que me permitió traerle a mi hija,
(¿que adolescente no adora a una madre que le regala esmaltes de uñas? )
alrededor de 20 frasquitos,
estaban regalados!!
Tres años después siguen en vigencia
solo algunos, otros agotaron sus servicios,
los hay ya no tan requeridos.
Así que, antes que pierdan su color,
posaron desprejuiciados ante la cámara.
Inocentes, no saben cual será su próximo destino.
Mañana, una muestra, de la segunda vida,